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21 may 2010

UN PEQUEÑO PARAISO


Avistamos el archipiélago poco antes de que control nos "suelte" (básicamente deja de guiarte en instrumental y desenlaza la señal de su radar de tu identificación, aunque permaneces en su pantalla, ya no te tutelan).  Siguiendo instrucciones contactamos con la torre de los roques que nos autoriza a entrada directa por la pista 7 para avisar en final (notificamos primero pista a la vista y luego que estamos en la trayectoria final para la senda de aterrizaje).

Mi querido instructor, Rafa, siempre decía que una aproximación directa nos lleva a tomas algo pasadas de velocidad y contaba el ejemplo de los conductores de coches cuando entran en una ciudad después de un viaje largo y circulan inconscientemente un poco más rápido de lo habitual.

Pero esta pista es un poco corta para un aparato como este y tengo que ajustar bien la toma a menos que quiera ver mi "juguete" flotando en el caribe al otro extremo de la pista.

Despues de configurar el aparato para el aterrizaje ajusto la aproximación para una toma con motor (se llega a la pista un poco colgado de velocidad pero empujado por un poco de propulsión para asegurar que ajustamos la toma lo más posible a la cabecera) a pasar de todo entro un poco corto de velocidad y suena el avisador de pérdida (alarma que indica que el avión pierde sustentación) justo en la recojida (momento en el que se "frena" el vuelo del avión sobre la pista para descolgarlo de modo suave y aterrizar).

No obstante el aterrizaje es suave, con las reversas (invertir el sentido de las hélices para frenar la marcha, hace un ruido característico a motor forzado) y los frenos, termino la maniobra sin problemas.

Es temprano y me sobra el resto de la mañana para dejar mis cosas en el hotel y darme un baño. Por la tarde tengo intención de practicar un poco de submarinismo (como las inmersiones aquí no son muy profundas y tampoco volaré luego a grandes altitudes no tendré problemas con las descompresiones).

19 may 2010

AMANECE.... QUE NO ES POCO

Estarán ustedes de acuerdo conmigo que ver amanecer es un espectáculo mágico, y yo les digo que si esto sucede visto desde el interior de la cabina de un avión en pleno vuelo, resulta aún más impresionante.

(disculparán el retraso en la piblicación de esta entrada pero mis asuntos personales me tienen algo liado).

Dejamos el diário en el momento que rodaba hacia la pista para salir en dirección al archipiélago de Los Roques, parque natural, al norte de Caracas, y lo hacíamos de madrugada para llegar temprano al destino....

En este enlace que les adjunto está el vídeo desde el despegue hasta las proximidades del archipiélago, antes de avistarlo y de preparar el aterrizaje.




Durante el vuelo, que lo hago en automático, me levanto un par de veces a contemplar el amanecer desde la parte trasera de la cabina y prepararme un café calentito... Es curioso pero me resulta agradable el ligero olor a keroseno de las turbinas que se filtra por el sistema de calefacción. Luego tendré que activar el acondicionador, cuando el sol esté alto y apriete más fuerte.

He contactado antes de partir con un tipo de las islas que tiene un Hidroavión de Havilland Beaver, un aparato por el que siempre he sentido una epecial debilidad, y me ha prometido dejármelo para dar una vuelta por las islas.